¿A dónde van las palabras cuando mueren?
Cuando mueren las palabras
se ponen a disposición.
Pero antes
se remozan el concepto,
toman nota de recientes alusiones,
de su última presencia y reberberan,
imaginan posibles deja-vús,
ensayan a veces una letra nueva
o un acento discrepante,
se prueban otro género,
quizás un adjetivo, un artículo,
comentan idiomas que no conocían
y consultan si vale la pena traducirse,
Eventualmente extrañan una página
o un oído
unos labios
Y están listas para volver
a pronunciarse.